Tissot Gentleman | Powermatic 80 – T127.407.11.051.00 – Reloj automático Swiss Made

Empezando por la esfera vemos que es de color negro. Desde fuera hacia dentro encontramos un anillo donde contiene unos marcadores en forma de punto que están rellenos de lumen, aunque a la luz del día se ven perfectamente blancos.

Al sur vemos la leyenda Swiss Made. Luego viene el carril de los minutos o segundos pintado en color plateado. Vemos que subdivide los minutos en partes y cada cinco desaparecen, pues nos encontramos los marcadores de las horas, metálicos y con un volumen apreciable. Tienen forma trapezoidal y están acabados en dos tonos, brillante en el perfil y satinado en el centro.

Debajo de las 12, en dos líneas, el nombre de la marca y su año de fundación, por lo que en este 2023 va a cumplir 170 años o ha cumplido ya. Por este motivo yo hubiese aprovechado para poner esa fecha aplicada, con relieve y más brillo. No tanto por presunción sino por lo bien que le sentaría al reloj. Encima de las seis vemos Powermatic 80 y más abajo silicium, todo ello pintado en color plateado.

A mis ojos, unos índices que desbordan calidad, igual que el marco del fechador, que al principio es pulido y luego parece arenado. Este marco y esos índices son de un nivel que no es tan usual en relojes de este precio.

Por cierto que, la fecha la muestra en negativo, como no podía ser de otra manera. Se ve el día perfectamente y por eso y por la calidad que transmite a la vista, voy a decir que me gusta mucho. Además, le queda bien y ya es raro que diga yo esto de un fechador, sobre todo a con posición a las 3.

Vamos con las manecillas y vemos que tienen forma de espada, algo contrapesadas, tienen dos facetas y un rectángulo de color blanco cerca de la punta, pues también llevan pasta luminosa. La trotadora es una batuta bastante contrapesada y las tres tienen un acabado pulido muy reflectivo.

Llegamos al cristal que es de Zafiro con antirreflejante, pero como siempre de escasa calidad, me refiero al antirreflejante, otro más de tantos que lo llevan, pero que es como si no lo llevaran Pues apenas se nota.

El bisel es muy ancho y bajito. Comparándolo con el último que vimos, el del Bulova militar, contrasta mucho.

Este bisel tiene un perfil vertical de más menos un par de milímetros, pero luego asciende en ángulo de 45 grados y se ensancha enormemente para enmarcar el dial con elegancia.

Está acabado en un pulido espejo que no solo le da brillo, sino que diferencia ese color del cepillado de la caja y el brazalete, salvo el eslabón central que también es pulido y del mismo color. Quiero destacar que no siempre pasa, más bien al revés, que los colores del metal, del brazalete y la caja sean iguales, pero en este caso ya lo veis. Sí lo son y da una gran sensación de calidad a la vista.

Lo mismo pasa con la caja y el brazalete, las zonas cepilladas muestran el mismo acabado y el mismo color y os digo por experiencia que eso no es nada frecuente en relojes de este precio.

La caja, vista de lado me encanta por cómo descienden las asas y por como el bisel le da una continuidad que conforma un diseño realmente conseguido. Da igual la posición en la que mires el reloj, de lado, de frente, cenital, inclinado. De cualquier manera tiene un porte a medio camino entre el músculo y la elegancia.

Enmarcando por arriba la carrura vemos un labio pulido que la separa de las asas.

Por el otro lado, vemos una corona que hubiese estado a la misma altura que el resto de este reloj, si estuviera arenada o cepillada con la letra T en acabado brillo. Es la única pieza que no parece específica del reloj y tampoco es que esté mal. ni mucho menos.

Tracciona muy bien, se extrae por presión y tiene dos posiciones clásicas. En la segunda cuenta con hackeo y permite el remonte manual. Eso sí, a la hora de darle cuerda su tacto no es tan informativo como pasa con muchos suizos, no tienes en los dedos ese retorno de información que sí sientes con Los japoneses, donde notas el roce que está teniendo lugar ahí dentro.

Con este me tengo que arrimar el reloj al oído para notarlo, pues no lo percibes en los dedos, pero vaya, que no digo que eso sea un defecto, sino que a mí me gusta sentirlo y si puedo oír su sonido, pues mucho mejor.

Visto por delante, ahora le toca la trasera y a simple vista, continúa el nivel muy alto. Vemos una tapa con ventana de exposición. En el anillo metálico lleva grabadas en bajo relieve nomenclaturas, leyendas y referencias propias de este reloj.

Acaba en un aro brillante antes del cristal y por dentro podemos apreciar un rotor decorado en el que sí baja un poco el nivel. Habiendo perlados, cote de geneve u otras soluciones mucho más elegantes, estas ondas que también vemos en otras zonas, me parecen un poquito vulgares y no demasiado decorativas.

Casi preferiría que lo hubiesen dejado sin decorar y esqueletado, pero bueno, yo creo que esto lo digo por criticarle algo a un reloj que me está gustando mucho.

En los grabados de la tapa también figura su resistencia a la presión que es de 10 bares, nada mal. Te puedes duchar o bañar con él si quieres.

Llegamos al extensible y este no es como los de Seiko, donde muchas veces baja el nivel y no estoy hablando solamente del cierre. Os pongo el ejemplo del Seiko Sumo, un diver que amo y que me encanta, pero pasa de una caja sublime a un brazalete que no parece el propio del reloj. De hecho, se nota que le han puesto ese porque sería el que estaba disponible, pero no se aprecia que esté hecho específicamente para esa pieza.

Y en este sentido solo puedo decir chapó por Tissot. La sensación de calidad que me transmite este reloj, muy pocos me la habían ofrecido hasta la fecha. El nivel de detalle en los materiales y acabados que tiene este, lo he visto en pocas marcas hasta ahora.

El Longines y el Oris venían con correa y a ver… tampoco es que este sea la última coca-cola del desierto, de esta calidad he visto más, pero que cuiden el detalle hasta ese punto ya no tantas.

Equipa un cierre de mariposa oculto que es mecanizado y que va firmado en ambos lados Tissot y 1853.

Lo único malo que se puede decir de él es que no tiene micro ajuste posible. Solo puedes quitar eslabones y esperar a que se adapte bien a tu tamaño, pero vaya, esto no es un defecto, sino algo que caracteriza a estos cierres ocultos, mucho más elegantes que los habituales.

Por supuesto que todos los eslabones del brazalete son macizos y bastante gruesos y eso se nota bastante en su peso. Tremendo brazalete, en definitiva a la altura de todo el reloj.