Sea-Gull 1963 ¿Cuál es el original? El reloj chino con más historia.

Es de un color beige clarito que no llega hasta el borde, sino que se separa algo más de 1 milímetro de la caja y tiene forma ligeramente descendente en esa zona. En el perímetro encontramos los índices minuteros con dos tamaños de barras y números arábigos cada cinco. Después, los marcadores horarios aplicados de color dorado en las horas impares tienen forma de triángulo y en las pares son números. A las 3 y a las 9 desaparecen con buen criterio, pues ahí encontramos los sub diales que se encargan, el de las tres del minutero del crono hasta 30 minutos y el de las nueve es el pequeño segundero del reloj. Ambos lucen agujas azuladas muy contrapesadas.

Debajo de las 12 vemos esa estrella roja con el borde de color dorado aplicada y debajo la leyenda 22 zuan que imagino que serán rubíes.

Encima de las seis, en dos líneas, está escrito algo que les hemos tenido que preguntar por razones obvias, eso sí, parece ser que los modelos no originales aquí solo llevan una línea de texto. Los Sea-Gull Auténticos siempre tienen dos que significan la de arriba China y la de abajo Tianjin Watch Factory o en español Tianjin fábrica de relojes.

Las manecillas son, pues la esencia del minimalismo, dos bastones de color azulado Aunque si no las ilumina directamente la luz se ven negras. La minutera es extralarga y tiene la punta ligeramente doblada hacia dentro. No es azulado térmico, pero está bastante conseguida esa transición entre el negro y el azul.

La trotadora es una batuta de color rojo ligeramente contrapesada a diferencia de sus hermanas. La verdad es que están muy chulas, acordes al diseño y se ven muy bien en casi cualquier circunstancia que haya luz porque el reloj no lleva lumen ni siquiera en las manecillas. 

Es mineral, pero imita al plexi original por esa forma abovedada, la verdad es que se eleva mucho sobre el bisel, no menos de 3 o 4 mm, vemos que no tiene domo interior que distorsione la lectura de esa carátula tan limpia

Aquí no hay metal abrazando al cristal, más bien es la parte superior de la caja, un fino anillo pulido que apenas tiene protagonismo y eso está bien, pues el reloj tiene ese aspecto clásico e intemporal, al margen de las modas, tal como los hacían en la década de los 60. Eso sí, mejorando materiales, pero manteniendo todo el espíritu y la estética de aquellas piezas históricas.

Tiene una carrura muy estrecha solo 4 mm y que se extiende de lado a lado para tratar de ocultar que es más lo que es, que lo que enseña. Basta hacer la cuenta, si el reloj tiene 14,8 mm de altura y solo cuatro de carrura tenemos más de medio centímetro por arriba y por debajo de esta. Claro que no todo es caja, la tapa ocupa lo suyo y sobre todo ese cristal que sobresale muchísimo y además es abovedado. Total que lo que es carrura y artificios incluidos solo tiene 7,2 mm.

Todas las superficies metálicas están acabadas con un pulido brillante.

En el lado derecho, como casi siempre, encontramos corona y pulsadores y así como los segundos tienen un tacto magnífico, muy mecánico e informativo, la corona, para mi gusto, deja un poco que desear. Para un reloj manual es importantísimo el agarre y el tacto y como consecuencia de ser, quizá, demasiado estrecha y no tener un ranurado más profundo, no voy a decir que sea difícil, pero sí que es menos grato de lo que debería darle cuerda a mano. Sobre todo porque a medida que lo haces y que se va cargando el muelle empieza a ponerse muy dura y hay un punto que cuesta distinguir si ya está completamente cargado o no. 

Lo curioso es que eso no pasa en las otras dos versiones. No sé si su mayor tamaño puede influir, pero se trata del mismo calibre y en principio creo que no debería. No tiene nada que ver uno con los otros, este se endurece mucho y lo que me queda por saber es si es algo que le pasa solo a esta unidad o es común a todos los de 37,5 mm

¡Qué belleza! En lugar de ser redonda en el borde, es decagonal, pero lo mejor es esa gran ventana de exposición a través de la cual podemos ver el calibre. Lógicamente, carece de masa oscilante, pero además de eso tiene muy pocas pletinas o puentes, la mayoría son engranajes, ruedas, tornillos, rubíes, dorados, azules, violáceos, plateados. Parecen los colores de un árbol de Navidad. Lo único legible en esa tapa, para mí, es el año que curiosamente es el mismo el que yo nací 1963.

También al norte leemos ese tres atmósferas que es el segundo “pero” que le encuentro al reloj, ya me suelo quejar cuando traen cinco, en fin. También es cierto que no se le pueden pedir peras al olmo, no sé si querer aumentar la estanqueidad puede repercutir en su estética o seguramente en su precio y esos, precisamente, son los argumentos más potentes de este reloj, bueno, su calibre, su historia, la verdad es que tiene muchos.

La correa es una correa nato muy normalita, ni buena ni mala, quizá un poco rígida. Tiene los herrajes pulidos y la hebilla lleva grabada la estrella.