Citizen Tsuyosa Small Seconds – El reloj del año 2024

Lo que es un espectáculo es el dial. Creo que al margen de gustos, y lo digo porque a mí no me terminaba de convencer ese patrón, quizá demasiado elegante. Aun así ha sido tenerlo en la mano y caer rendido, completamente enamorado. Primero por el color diría turquesa, aunque es un poco más azulado. 

Luego, por ese patrón del dial que en principio no me gustaba, vamos a llamarle celdillas, que aumentan de tamaño a medida que se alejan del centro, de manera que según como refleje la luz, parece un color sólido y mate o se desvelan un montón de brillos en un bonito dibujo. 

Me parece una de las esferas más atractivas que he visto y no me refiero solo a relojes de más o menos 300 €, sino a la mayoría de los que han pasado por mis manos. Los marcadores horarios son aplicados, tipo lingote, con el perfil metálico y en gran parte recubiertos de una pasta luminosa que de día tiene un color blanco nibio. Hasta la literatura del dial es acertada, ni sobra ni falta nada. 

En una primera línea encontramos el logo de la marca Citizen y en una segunda la leyenda “automatic” pintadas en color blanco y debajo de las 12 horas. Encima de las seis vemos ese pequeño segundero que viene a redondear un diseño sublime. 

En este caso no me pasa como con el Tissot PRX en el que ese patrón de cuadraditos me acaba cansando. El pequeño segundero de este Tsuyosa Small Seconds creo que está muy bien pensado y ubicado, pues aparte de darle una personalidad completamente distinta al también rompe esa secuencia de líneas entrelazadas que puede llegar a cansar a la vista como me pasa con el Tissot PRX.

Este sub dial de los segundos es de color gris metalizado, pero la aguja, que es la segundera, es del mismo color azul que el resto del dial.

Las manecillas minutera y horaria son metálicas. Tienen forma de bastón y llevan una parte rellena de Lumen

El cristal es de Zafiro y este no lleva lupa porque tampoco tiene fechador, es decir, que lo que podían mejorar el Citizen Tsuyosa Original lo han hecho y además, según lo veo yo, con maestría. Creo que no se puede hacer mejor. 

La corona que sigue siendo integrada, pero esta es muchísimo más fácil de operar que la de su antecesor. Es más ancha y sobresale un poco más que la del primer Citizen Tsuyosa, por eso permite una mejor manipulación.

El brazalete es otra parte que han evolucionado, este tiene los eslabones centrales más anchos, un cierre mecanizado oculto de tipo mariposa y también equipa pasadores rápidos. 

En principio todos son mejoras, pero entiendo que habrá quien prefiera practicidad antes que belleza. Lo digo porque este cierre no permite ningún tipo de microajuste, solo quitar o poner eslabones y rezar para que te siente bien, pero eso no puede ser demérito de un brazalete que se siente, como todo el reloj, de una calidad muy superior a su precio

Tiene una tapa expuesta por donde muestra un calibre decorado con tornillos azulados y un rotor esqueletizado que permite una mejor visión del calibre. A mí, ya lo dije antes, me parece una solución de diseño mejor que la del calibre dorado de su antecesor, el primer Tsuyosa.