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Reloj de campo de Orient, automático, económico – RA-AA0C06E. Análisis, precios, características y fotografías.
Citizen Tsuyosa. SERÁ UN ICONO – NJ0150
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Soy Pablo y hoy voy a pasar revista a un reloj muy conocido y eso que apenas lleva un año en el mercado. Según yo lo veo, es la respuesta de Citizen al enorme éxito del PRX de Tissot, pero bueno, esto es solo una opinión, hablamos del Citizen Tsuyosa, un reloj analógico con tres manecillas y fechador
Su precio oficial es de 295 euros en Europa, pero es relativamente fácil encontrarlo alrededor de 250 € o incluso menos en Amazon.
En los años 70 todos imitaron los brazaletes integrados que diseñó Gerald Genta para distintas marcas muy famosas, pero desconozco si para crear este reloj, Citizen se ha basado en un diseño suyo de aquellos años, o si esto es una creación ad hoc, una hábil respuesta al mercado actual.
Creo que acertaría más apostando por lo último, pero de cualquier manera, lo importante es que han acertado de pleno con este Citizen Tsuyosa que está siendo un grandísimo éxito de ventas en todo el mundo.
Es un lanzamiento, lo ofrecían en cuatro colores, amarillo, verde, negro y el azul que revisamos hoy.
Posteriormente, han completado la gama con más colores degradados y texturas.
El dial es de un color azul marino metalizado, con efecto rayo de sol (sunburst). Debajo de las doce el nombre de la marca pintado en color blanco “Citizen“ encima de las seis la leyenda “automatic” del mismo color.
Los marcadores de los minutos o segundos van pintados en el exterior de la esfera con postes y pequeños cuadrados cada cinco.
Los índices de las horas son aplicados con forma rectangular y el perfil muy reflectivo. A las doce y a las seis, incorpora marcadores dobles y a las tres recortados para dar cabida al fechador.
El fechador tiene el fondo blanco y los números negros. Es ciertamente pequeño si no estuviera magnificado por cíclope.
La aguja horaria y la de los minutos tienen forma de bastón, son metalizadas en un acabado plateado. Tienen dos facetas y están ligeramente contrapesadas. De la mitad hacia la punta tienen un corte rectangular y dentro también llevan natulite que así es como llama Citizen a su pasta luminosa.
La trotadora o aguja de los segundos también tiene forma de bastón, pero lógicamente mucho más estilizada.
Las tres están acabadas en un pulido espejo que las hace muy reflectivas.
El bisel es pulido, contrastando con la caja que lleva un acabado cepillado vertical bastante grueso, pero bien hecho, no como le pasa al cepillado del Invicta Pro Diver
Cuando la luz refleja en la caja, el bisel se ve oscuro y viceversa. Ese juego de reflejos, ahora más vivos, ahora más apagados, sigue por todo el reloj.
En la caja, la carrura es pulida igual que el labio de arriba, pero en la zona de la tapa vuelve a ser cepillada y así sigue alternando brillos o reflejos, también en el brazalete.
Reconociendo que los acabados son muy buenos, lo que más llama la atención, al menos a mí, es la forma de esta caja.
Ese aire tan de los años setenta es su mejor baza. Incluso vista de lado tiene enorme personalidad y se distingue por esa forma de catamarán.
Para mí esta es la parte más conseguida del reloj, cuando se ilumina ese brillo matizado de la caja y ves enmarcado el reloj tan elegantemente, es cuando de verdad te das cuenta de que lo amas y de que Citizen se ha marcado un buen reloj que nos permite acceder a una pieza que desborda personalidad y calidad a un precio al alcance de la mayoría.
Un verdadero reloj a la altura que solo hace que mi amor por esta marca no pare de aumentar. Me declaro desde ya un Citizen Lover
Para mi sorpresa el cristal de este Citizen Tsuyosa es de zafiro, un upgrade que les va a ayudar a vender muchos más relojes. Así como celebro que le hayan puesto a zafiro, creo que también por poco más podrían haber añadido antirreflejante, pues en determinadas condiciones de luz casi parece un espejo.
Me parece todo un acierto de Citizen que lo ofrezcan con zafiro. A quienes nos gustan los relojes mecánicos, esperamos de ellos la máxima longevidad en buenas condiciones, por eso también los compramos con brazaletes. Aunque luego algunos se lo cambiemos, queremos tener ese ahí, como garantizando que el reloj lo van a poder heredar tus hijos.
Yo creo que con el cristal pasa lo mismo. La grandísima mayoría apreciamos que sean de zafiro, independientemente del tipo de reloj.
Entiendo que imitar la redondez de un plexiglás con este material, mucho más grueso, debe ser imposible, pero salvo esos relojes tipo Junghans Max Bill u Orient Bambino que molan así, todos los demás los prefiero con zafiro y en ese sentido agradezco a los chinos que nos hayan abierto los ojos. Si ellos pueden ofrecer cristal de zafiro, inserto de cerámica en el bisel, etcétera ¿Por qué no van a poder los japoneses siendo notablemente más caros?
Creo que si no hubieran irrumpido los chinos en el mercado, a ninguno de nosotros se nos ocurriría que Citizen o cualquier otra marca reconocida nos iba a ofrecer un zafiro en su gama económica, por eso celebro el mercado y la competencia, que solo traen beneficios para el consumidor.
También incorpora cíclope y lo que suelo decir normalmente es que prefiero que no lo lleve, pero curiosamente en este caso no es así.
Prefiero que sí lo tenga, por alguna razón que no sé explicar muy bien. Quizá porque no es frecuente en este tipo de relojes o porque al no llevar corona las tres y estar oculta, esa disrupción en la esfera le confiere personalidad y aporta a la estética.
Así que esta vez no diré que preferiría que no lo llevara porque me gusta como le queda.
Por el lado derecho de este Citizen Tsuyosa, a las cuatro, encontramos una corona perfectamente integrada y protegida sin necesidad de guarda coronas.
Apenas sobresale uno o dos milímetros por arriba, pero por abajo el acceso es fácil, pues lleva un corte que facilita la introducción de la uña. Se puede operar perfectamente y sin dificultad.
Eso sí, los que como yo gustan de darles cuerda a mano, esta corona no se agarra con dos dedos, pues por arriba no tienes espacio. Usualmente, se emplean el pulgar y el índice para darle cuerda al reloj y en el caso de este Citicen Tsuyosa solo se usa este último presionando y arrastrando.
Al llevar un buen acanalado permite traccionar bien y debo reconocer que al principio me sentía extrañado, pero cuanto le agarras el punto, es incluso gratificante. ¡Me encanta este punto de su personalidad!
La corona no va firmada, pero al estar tan bien integrada casi la prefiero así. Es pulida y le da continuidad al diseño de la caja.
Para el cambio de día o la hora tiene las dos consabidas posiciones
El brazalete de acero del Citizen Tsuyosa es tipo “president“. Con los eslabones de media luna satinados los laterales, pulidos los centrales.
Desciende desde los 22 milímetros al lado de las asas, hasta 18 al lado del cierre. Un brazalete de acero bien guapo del que solo lamento que no sea posible cambiarlo por una correa de piel, pero eso no es culpa del armis, claro.
El cierre de este brazalete se cierra por presión y se libera con las presillas que lucen ambos lados. Además de que hay cinco eslabones extraíbles por cada lado, también lleva tres huecos para el micro ajuste. Su acabado es cepillado y luce grabado el nombre de la marca.
Con este cierre me pasa igual que con los de Seiko que, por un lado, pienso que podrían hacerlo mecanizado, pero me parece que así están perfectos. Lo que me importa es que el mecanismo sea resistente y que tengan un aspecto sólido.
Una vez cerrado, el brazalete luce perfectamente y su funcionalidad creo que nadie la va a discutir. Eso sí, esa gran chapa de acero en contacto con la piel va a ser una fuente de sudor, pero a cambio es muy cómoda. Vaya lo uno por lo otro.
A este Citizen Tsuyosa lo mueve un calibre automático fabricado por Miyota, que como todos sabemos es propiedad de Citizen.
Hablamos del Miyota 8210, un calibre básico pero de gran desempeño. Late a 21.600 alternancias ahora y permite el remonte manual y en este caso también la parada del segundero. Lo destaco porque he visto en alguna otra review que no la lleva, pero el nuestro sí.
Tiene 45 horas de reserva de marcha.
Le damos la vuelta y vemos esa enorme ventana de exposición y ese calibre sin más decoración que el color dorado de casi todas sus piezas.
El rotor del calibre es cepillado y por eso su brillo es más apagado. Luce dos recortes semicirculares que no le aportan belleza, pero a su paso parece que enmarcan mejor las distintas partes del movimiento.
La tapa es roscada y en el acero lleva grabadas distintas referencias y leyendas, entre ellas vemos, y para mí esta es la gran pega, quizá lo más criticable de este reloj, que resiste cinco bares, es decir, poco más que la lluvia o lo que podemos salpicar al lavarnos con las manos.
Quizás sea que cada vez ponemos el baremo más alto y les exigimos más a nuestros relojes, quizá este no sea un tipo de reloj para pedirle a eso, pero me pregunto si sería muy costoso hacerlo compatible con la ducha o con un baño en la piscina o la playa.
Yo creo que su vocación es más deportiva que elegante pero a medio camino de ambas y también de reloj perfectamente compatible con el uso diario. Lo dotaría fenomenalmente con una resistencia de 10 bares que no solo afecta a la resistencia al agua, también dificulta que con el paso de los años se pueda acumular suciedad en el interior de nuestros relojes.
Echo de menos un buen antirreflejante en el cristal y también me gustaría que lo hubieran dotado mejor en lo que hermeticidad se refiere.
Algo que para mí no es un defecto, al revés, pero que puede retraer algunos de su compra, es el tamaño. Que tampoco es un reloj tan grande, pero su aspecto es muy contundente. A falta de ponerle un bisel practicable y una corona roscada, es casi un diver o reloj de buceo.
Es deportivo y por eso creo que sus medidas son compatibles con la mayoría, pero también entiendo que haya quien lo preferiría de 36 o 37 milímetros de diámetro.
Entre lo positivo destaca su aspecto, la calidad de materiales, los buenos acabados y sobre todo, ese excelente diseño que se parece a otros en algunas cosas.
Hay quien dice que es un hermano pobre de Rolex Oyster Perpetual, otros que recuerda al PRX de Tissot y claro, seguro que es similar a muchos, pero todos más caros o muchísimo más caros y ese es el mérito de este reloj, que por un precio asequible te hace sentir el fucking rey del mambo.
Esa caja, esa corona oculta, ese brazalete integrado, ese zafiro… parecen propios de relojes mucho más caros y este es el mérito de Citizen.
Para resumir dire que este Citizen Tsuyosa me parece un grandísimo reloj que merece estar en cualquier colección.
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