Invicta Pro Diver 0420 – Reloj Automático y de titanio
analizamos y comparamos este Invicta Pro Diver 0420. Un diver bonito y con gran desempeño,
De la luna a mi muñeca. Bulova Lunar Pilot – 98A186. El otro reloj que fue a la luna.
¡Hey! ¿Qué tal? Bienvenido a Atrapando el Tiempo. Mi nombre es pablo y hoy voy a revisar un reloj que tiene una historia de la que pocos pueden presumir. Que se sepa, solo dos relojes han estado en la luna. Uno ya sabéis cuál es y el otro es este Bulova Lunar Pilot.
Si hay algo que hace que este reloj sea verdaderamente especial por encima de cualquier otra consideración, es que se trata de uno de los dos únicos relojes en el mundo que pueden presumir de haber estado en nuestro satélite, en la luna. No este, sino el original en el que está inspirado.
En los años 60, en plena carrera espacial, la nasa convocó el concurso para equipar relojes a sus astronautas, que como todos sabemos, lo ganó Omega con su mítico SpeedMaster. Pues bien. Bulova, marca originalmente americana, intentaba hacerse con esa concesión y creó este reloj, el Bulova Lunar Pilot.
Una de las piezas se la regaló a la astronauta Dave Scott para que la pusiera a prueba y éste se lo llevó va a la luna entre el escaso equipaje personal que podía llevar cada astronauta. Hablamos de la misión Apolo 15 en el verano de 1971.
Cuenta la historia que el omega ‘moonwalk’ de Dave Scott era el reloj oficial de la misión que se averió, no sé si le cayó o fracturó el cristal y el astronauta en su lugar se puso su Bulova Lunar Pilot. Así fue como el 2 de agosto de 1971, un reloj como este hizo su paseo lunar.
Lo curioso del caso es que esta historia no se ha sabido hasta muy recientemente, creo que fue en 2015, cuando se subastó el original en 16 millones de dólares y este hecho dio pie a que la marca lanzará este reloj que desde entonces se ha convertido en todo un éxito de ventas y no me extraña, tremendo reloj.
Percibes en cada parte de él la historia que lo avala porque es un reloj con personalidad propia y sí, claro que se parece mucho al Omega Moonwatch. Supongo que el concurso de la nasa pedía un reloj herramienta con determinadas características y por eso se asemejan tanto. No porque sea ninguna copia del suizo, se copia asimismo, vaya, al que estuvo en la luna. Eso mola, es un punto que no tienen y pueden tener otros relojes que sólo pueden imitar al Speedmaster, sin esa herencia que le respalde como a este Bulova Lunar Pilot
Se parecen mucho, pero no tanto, pues el Bulova adquiere personalidad propia en muchos detalles. Comparándolo con la foto del omega, para empezar, es más grande. Este es de 45 milímetros y el omega de 42. Además, su forma no es tan circular, es más ovalada. No tiene esas facetas tan marcadas en las asas por decirlo de alguna manera. Este se parece más al Seiko Tortuga y el omega al Seiko Samurái.
Otro detalle que salta a la vista y lo hace muy peculiar es la forma de los pulsadores.
Hablando del dial, siendo muy parecidos, también hay diferencias. Si os fijáis bien, las subesferas del Bulova están más alejadas del centro. h¡Hay muchas más diferencias, unas sutiles y otras obvias, pero tampoco vamos a analizarlas una a una, pues creo que este reloj tiene personalidad propia como para tener que compararlo permanentemente con otro, por mucho que el otro sea el mítico Omega SpeedMaster Moonwalk.
Nadie puede discutir que esté, aunque fuese por accidente, también es un reloj lunar y yo creo que solo es una cuestión de tiempo que sea una pieza elevada a los altares por los aficionados, pues es mucho lo que ofrece y a un precio razonable.
Así que ahora ya me voy a centrar en esta pieza que no sé si lo he dicho ya pero me encanta. ¿Qué preferiría un Omega? Sí, claro. ¿Quién no?, pero este me da algo muy parecido y por una fracción del precio, al menos yo lo percibo así. Al fin y al cabo, ¿cuánto cuestan y cuánto valen las cosas? Creo que ese tema daría para un largo debate.
Ahora lo que toca es empezar la revista de este reloj, vamos a ello.
Lo primero que tengo que comentar es que lo hay en dos versiones, la primera llevaba fechador y creo que solo lo había en acabado de acero inoxidable. Esta como veis, es la versión más reciente y es acabada en PVD negro, que para mi gusto le queda mucho mejor, aunque, también lo hay en acero y en otra edición especial con baño dorado que lleva agotada mucho tiempo.
El principal cambio entre la primera y esta es la desaparición del fechador que antes estaba entre las 4 y las 5. En esta no lo lleva, ni en ese ni en ningún otro sitio. Bien por eso, ni el reloj no necesita, ni el original tampoco lo llevaba.
Otro de los cambios muy sutil, pero acertado, es la tipografía del logo. En este recupera el original y no luce el actual de la marca. Creo que esos pequeños cambios contribuyen a que el reloj se perciba más auténtico más de aquella época.
Es impresionante, tienes la sensación permanente de tener un reloj, o algo más, por su diseño, por su tamaño, por su historia, etc. Lo mires por donde lo mires te transmite un feeling especial, no sé si debería decir espacial, algo que nunca antes había sentido con ninguno de mis relojes. En apariencia, su calidad de materiales y acabados, su diseño, unidos a su historia, son un éxtasis para los ojos y para los sentidos.
Los que tengáis relojes aspiracionales en vuestra caja, igual os da la risa, pero para los mortales que no podemos disfrutar de ese privilegio de tener un SpeedMaster, que somos la gran mayoría, este es un reloj que te transmite en todo momento, no sólo su legado, también el esfuerzo de la marca por hacerlo a la altura de su historia y doy fe de que lo han conseguido.
Con él en la mano te preguntas si es necesario gastarse 7.000 euros para evocar el esfuerzo de los humanos por conquistar la luna, vaya, que este reloj colma esa sensación sin dejar ningún resquicio y por una fracción de ese dinero. Su diseño, su calidad, su aspecto contundente y todo lo que evoca al mirarlo, lo han convertido, quien me lo iba a decir, en mi favorito. El reloj de cuarzo el más apreciado de mi colección, aún número puedo creer.
Llama la atención y mucho la extraña personalidad que le da ese zafiro tan prominente. Nunca había visto esto en un reloj, que en lugar de encajarlo al bisel, lo ubiquen encima. Por un lado, es extraño, pero por otro me resulta muy atractivo estéticamente. Contribuye a darle un aspecto raro, que puedes asociar perfectamente al fin con el que fue creado, vaya, con pasear por la luna. Y lo cierto es que tan mal no lo harían cuando el reloj al que sustituyó fue por un problema precisamente en el cristal, eso sí, no las tengo todas conmigo en cuanto se refiere a su capacidad de resistir el paso del tiempo incólume. ¿No se va a astillar o romper estando tan expuesto? Ojalá que no, confiemos en que los chicos de Bulova sepan lo que hacen.
Después de que hayan pasado por tus manos tantos relojes lo ves y piensas, “Ostras, ¡pero como no los hacen todos así!”, si de lo que se trata es de leer la ahora, no he tenido ninguna pieza que lo facilite tanto. En ese sentido es un diseño soberbio. Todo parece estar pensado para enmarcar los índices, las manecillas, o la escala taquimétrica. Ésta es de color blanco níveo y su disposición a distintos niveles facilitan una lectura cómoda de lo que estamos consultando, ya sea ahora el cronógrafo, el taquímetro.
Me encanta que todo sea negro. No sé a efectos de envejecimiento como resistirá el paso del tiempo ese baño de PVD, pero estéticamente me gusta mucho más que su versión en color acero. Ese acabado mate, salvo las sub esferas, hacen que la lectura de los marcadores y la hora sea tan fácil como no te esperas.
Me gusta su forma y como se adapta a las distintas zonas, para acoger los pulsadores, para darles forma a las asas, dejando una distancia de una a otra de solo 20 mm, estrecha para lo que se podría esperar de los 45 mm que tiene el reloj de diámetro, pero eso me gusta, que nada le robe protagonismo a la carátula.
El fechador está entre las 4 y las 5, me gusta ese sitio y me gusta que sea negativo fondo negro y número blanco. Por cierto, es lo único blanco que hay en todo el reloj, el numerito de la fecha.
Es un dial que presenta varias capas. En la inferior están el anillo de los minutos y las tres subesferas. A las seis la de los segundos donde podéis ver que la pequeña tratadora avanza dos pulsos y no uno que es lo habitual cada segundo.
A las tres tenemos la subesfera del cronógrafo encargada de marcar las fracciones de segundo. He escuchado en otros canales que reseñan el reloj que es una escala en décimas, pero yo creo que no es así, pues la manecilla recorre 20 postes que serían las décimas y sus mitades, pero como esa nomenclatura no es apropiada no se puede decir cinco décimas y media sino cincuenta y cinco centésimas.
Así pues yo creo que este cronómetro tiene medida no decimal sino centesimal, eso sí de cinco en cinco centésimas, es decir, mayor precisión que la mayoría de sus rivales entre ellos el Omega, que no alcanza esa definición más exacta que sí ofrece este
Una curiosidad de este reloj es que la manecilla de las centésimas se para en cuanto a la segundera del crono llega a 30 segundos. Esto lo hace como medida de ahorro de energía, pero interiormente sigue actuando de manera que, cuando paramos el crono, indica exactamente la medición. Si la volvemos a poner en marcha actuara igual, se moverá durante 30 segundos y luego quedará parada pero manteniendo siempre la medición.
Todas las sub esferas, como ya dije está en un nivel inferior a la esfera principal eso y el acabado rayo de sol hace que sean especialmente fáciles de ver además de darle un poquito de brillo a un reloj que por lo demás es muy sobre
La tercera manecilla que faltaba por revisar es esa que parece un segundero y lo es, pero no del reloj principal, sino del cronógrafo. Su paso recuerda mucho al de los relojes automáticos, pero solo actúa si presionamos el pulsador y ponemos en marcha el cronógrafo. Al revés que las otras, sí tiene contrapeso y forma de pica.
En la capa intermedia del dial está la esfera principal, la que acoge los marcadores de las horas, que son en forma de barra, un poco más ancho a las 12, igual que a las 3, 6 y 9, pero como estos están recortados para acoger las subesferas adyacentes.
Parece que son, como el resto de marcadores, pero dispuestos en distinto plano a sus vecinos. Así, el de las 6 queda completamente horizontal y los de las 3 y las 9 verticales, una solución de diseño ingeniosa y muy conseguida estéticamente. A mi me encanta como han resuelto la integración de las subesferas con el resto de elementos del dial. También esos índices a las 3, 6 y 9, que parecen llevar la contraria, pero que hasta ayudan a ubicar mejor la subesfera que les acompaña.
Y ya el tercer nivel del dial sería ese anillo que lleva la escala taquimétrica, perfectamente disociado del resto no solo por estar a mas altura, también por ese Angulo de 9oº en que desciende, pintado igual que todo, de negro mate.
A nivel visual todo está tan bien delimitado, tan bien pensado que es una gozada disfrutar de lo funcional que es este reloj. Toda su estética está basada en eso, en que puedas consultar con facilidad lo que te propongas, hora, cronógrafo o taquímetro, y por eso me encanta.
La pintura luminosa no está mal, pero está un poco lejos de la calidad que cabría esperar de un reloj, de tanta enjundia por todo lo demás.
El cristal es de zafiro
Si vemos el reloj por su lado derecho nos encontramos una corona muy grande y fácil de manipular, aunque apenas se ve lleva grabado el diapasón que distingue a la marca, la pintura tiene acabado brillante y resalta con el mate de la caja o del satinado del bisel o los pulsadores que tiene al lado.
Tienen una forma muy especial y aunque pueda parecer una solución basada en la estética, es al revés, pues fueron pensados para poder accionarlos fácilmente con los trajes espaciales. Además, su tacto es muy agradable, pues su accionamiento es, como diré, muy mecánico, notas fácil si lo has accionado o no, pues tiene un clic metálico muy marcado.
Así pues, otra vez, estética y funcionalidad de la mano, estos pulsadores no solo son prácticos, sino a mi entender, muy guapos y además, le dan gran personalidad al Lunar Pilot.
Por atrás vemos que la tapa es roscada, también de acero inoxidable y con baño de PVD negro. En ella podemos ver, no muy claramente, la leyenda donde explica en que parte del satélite, en que fecha y en que misión estuvo este reloj en la luna.
En la parte más externa podemos leer, también con mucha dificultad, que equipa un calibre de cuarzo de alto desempeño, que es sumergible a 50 metros, que lleva zafiro y otras referencias propias del reloj.
Uno de los reproches que le tengo que hacer a Bulova sobre este reloj y es que no se pueda ver apenas esa leyenda que avala la historia de esta pieza. Deberían haberla grabado después del baño de PVD y no antes para que el corte en la pintura permitiese ver mejor ese texto que aquí apenas se ve.
Es más, hasta preferiría que hubiesen dejado esa parte de la tapa en acabado acero sin PVD, con tal que se viese bien, en fin, no es lo más importante, pero a mí sí me importa.
Me parece todo un acierto para esta pieza que le hayan puesto una correa tipo nato, pero de piel, muy suave, como de zapato bueno, no sé si me explico.
Es negra con en acabado mate. Lleva un pespunte que la recorre que casi no se ve, tanto la hebilla como en… ¿la trabilla? No sé cómo llamar a esta pieza, pues llevan grabados el Bulova y también acabadas en PVD negro.
En conjunto le da un aspecto deportivo y elegante, con el plus de seguridad que ofrecen las correas tipo nato, de no perder el reloj si salta un pasador.
Y ya que estamos en el turno de reproches, el otro fallo pequeño, pero que a los aficionados nos duele mucho, es que la manecilla del cronómetro no descanse exactamente en donde le corresponde. Está ligeramente a la izquierda, nada grave pero impropio de un reloj de este nivel.
De todas maneras, ya veis que pocas cosas le encuentro a mejorar. Una importante, el lumen y las otras dos son más estéticas que funcionales, la leyenda de la tapa y la impostura de la segundera del crono. Casi todas ellas cosas menores al lado de un reloj casi redondo, en vez de un 10 que merecía, por esos pequeños fallos hay que darle unas 9,3 cinco décimas por el lumen y 2 décimas por la manecilla y por la tapa que no se puede leer.
Igual estoy siendo muy exigente, pero es que la pieza merece esa atención al detalle, que no quepa un solo reproche, pues el reloj raya tan alto en todo, que lo merece.
El sistema “precisionist” fue desarrollado por Citizen, pero cuando compró la marca en el año 2008, traspasó esta tecnología a Bulova, marca americana-suiza que era famosa, entre otras cosas, por inventar el accutron, el primer “reloj electrónico” de pulsera del mundo. Éste se caracterizaba por tener un movimiento de la trotadora completamente fluido y continuo, sin saltos, esos relojes también son conocidos como de diapasón.
Pues el precisionist se considera el heredero de esos accutron y por eso tiene toda la lógica que sea Bulova quien equipe ese calibre.
Lo que lo hace especial, es que se trata del movimiento sin asistencia externa mas preciso del mundo; es decir, que no se conecta a una antena, como hacen los radio controlados, o a una IA, como hacen los smartwatches. Dependiendo solo de su movimiento interno es el reloj más preciso que hay, en el mercado normal, vamos a decirle, seguro que hay marcas que ofrecen algo parecido o mejor, pero seguro que también a precios desorbitados.
Su principal característica es que en lugar de vibrar a 32 khz, que es como hacen los cuarzos normales, este lo hace a 262 Khz, ocho veces más rápido.
Y hablando de su precisión, que de alguna manera ya quedó patente en el cronógrafo, aunque Bulova da un dato de +-10s año, hay muchos usuarios que atestiguan que su variación es de 1 ó 2 s. repito, al año!. Increíble!!
Para hacernos una idea podemos compararlo con los demás tipos de calibres; los mecánicos, que tienen +-10s al día. los cuarzos, que tienen +- 10 s al mes y este, que ofrece esa precisión de +-10s en un año, la misma que un mecánico en un solo día. La cuenta sale fácil, este reloj es +- 365 veces más preciso que mis automáticos.
Nada mejor que este movimiento, excelente, para redondear una pieza que es admirable. Salvo por pequeños detalles, completamente menores, es un reloj sensacional. Muy masculino, un poco malote por ese negro dominante y de una belleza, para mi, inconmensurable. Además, con ese legado que lo pone a una altura a la que solo el y otro han llegado.
Le agradezco a Bulova, vaya, a Citizen esta pieza, solo me pregunto si sería posible compatibilizar el calibre precisionist con el sistema eco-drive. Y es que eso ya sería la bomba. Ya le agradezco y mucho, que hayan dotado esta pieza con, si no el mejor, uno de los mejores calibres de cuarzo del mundo. Gracias por eso y por poner el Bulova Lunar Pilot al alcance, no de cualquiera, pero si de muchos.
Bulova, te has ganado mi aprecio. Citizen ya lo tenías
Lo que me pregunto es, cuanto costaría este reloj si en lugar de una marca que se representa con un diapasón llevase en la esfera una letra griega. Así tal cual es, solo cambiándole eso. Estoy por asegurar que muchos pagarían gustosamente 4 ó 5 veces más y ensalzarían esa tecnología que hoy pocos conocen, Preciosinist de citizen-Bulova. Pero el mercado es así, a veces incomprensible, pero de alguna manera sabio, aunque no siempre las cosas valen lo que cuestan o, como en este caso, no cuestan lo que valen. Ahí lo dejo.
Y hasta aquí la reseña de hoy, ojalá te haya gustado Recuerda suscribirte a nuestro canal de YouTube para estar al día de todas nuestras reseñas. Muchas gracias por estar ahí. Un saludo del equipo y hasta pronto.
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